LA BOTITA DE NAVIDAD Una jovencita recién casada, a fines de octubre decidió visitar a sus padres y hermanos. Siendo el mes de diciembre fue con mucho cariño y de llegar a la sala vió con mucha alegría que habían dos bolitas de navidad colgadas en la pared, a lo que ella dijo: 'hay que bonitas y su hermana que le seguía respondió: 'una es mía y la otra es de Liliam la otra hermana'. Adita que así se llama la jovencita pensó callada y la mía? Pero al mismo tiempo recordó que ella ya no era de ese hogar y no la habían tomado en cuenta. Adita se fue al que había sido su dormitorio y se sentó en la cama y se puso a llorar en silencio. Sin decirle a nadie nada, pasaron los años y vio que en un bazar habían llegado varias cosas importadas. Entre otras cosas vio las botas navideñas; compró lo que necesitaba y por supuesto la bota que tanto había deseado. Bueno así pasó el tiempo y Adita cada Navidad adquiere una nueva bolita navideña, que las va coleccionando pero cada año aumenta una a su colección y cuando le preguntan por qué tantas bolillas, ella cuenta esta pequeña pero significativa historia MORALEJA: no te dejes entristecer por algo que se puede solucionar y mejor. Por Ana María Gallo de Córdova Piura, 06.12.2021

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