MANOS MORENAS
Después de la cuarentena; se realizó un concurso de pintura, participarían varios pintores
de los diferentes departamentos, países. Los expositores viajarían de Lima a Guayaquil donde
se reunieron con los demás artistas, llegaron todos muy contentos a exponer sus pinturas.
Valgan verdades, todas eran muy bonitas e interesantes.
Habían unas que representaban paisajes que tenían los colores muy intensos que te hacían pensar
y meterte en el cuadro; no faltaron los abstractos, en uno de la cual decían pensamientos encontrados;
bueno tantas rayas creo que al fin se encontraron, mucho me gustó uno, que tenía una caída de agua
y formaba una silueta de mujer y decía el espíritu del agua.
Había también otra con una serpiente muy gruesa el cual tenía nombre: La pereza……
bueno el artista sabrá porque le pinto así. Como repito todos tenían un lado bueno;
y no sabía decir cuál era su mujer.
Los dueños de las pinturas estaban muy emocionados; cada cual se creía el ganador.
Yo particularmente no sabría cual escoger, me parecían lindos y a la vez místicos, y pensaba
que talento y don para crear est0. Bueno las horas pasaron y llegó por fin el jurado, tan esperado.
El jurado más importante era un gringo que empezó a recorrer las pinturas y parecía que buscaba algo que no encontraba.
Comenzó diciendo: ¿Manos Morenas? Nadie le entendía al gringo cada vez más angustiados
¡Y donde están manos morenas!, por fin un peruano le gusto manos morenas? Yes, yes.
Los peruanos se pasaron la voz y dijeron ahora que hacemos?
No falto uno de los presentes y se le ocurrió ir al carro sacó una imagen del Señor de los Milagros que tenía
que habían traído de Lima y lo puso en un caballete y se puso de título “Manos Morenas”; lo tapo con un tapado lila.
Cuando llegó nuevamente el gringo, destaparon la pintura que era por supuesto réplica de las nazarenas,
no se pueden imaginar el saltó que dio de alegría Frank que así se llamaba y dijo:
esto es lo que quería ver años muchos años, porque me habían hablado de este cuadro precioso.
¡Manos morenas!.
El final ya lo imaginan ustedes, el cuadro del Señor de los Milagros fue el ganador
y los peruanos como siempre nos sentimos más orgullosos de nuestras “manos Morenas”
Por: Ana Gallo de Córdova
'EL ENVIDIOSO'
Siempre hemos escuchado hablar de la envidia, cuantos relatos e historias y cuantos casos se han visto a lo largo de nuestras vidas; por eso de la envidia. Bueno vamos a leer este caso. Cierto día un caudaloso señor propuso ayudar a los habitantes de un pequeño pueblo llamado “Querecotillo” y pensó quiero hacer algo bueno pero poco común, y así estuvo pensando cómo hacerlo, hasta que por fin tuvo una idea ¡ya se, dijo¡ hizo una rifa y salió ganador un hombre que era pobre; pero a la vez rencoroso y envidioso, el ganador debía presentarse a la plaza de armas del pueblo; ya que tenía que responder a las preguntas que el Millonario le haría Antón, que era el nombre del beneficiado fue muy temprano para ver de qué se trataba. El concurso se basaba en lo siguiente: De todo lo que él pediría se le otorgaría el doble a Gastón que era el otro ganador, cuando llegó Gastón, Antón lo miro con mala cara, pero nadie le asuntó ya que así era siempre, pero a pesar de todo los vecino...
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